Soy de esas personas que adoran pintar. Me apunté hace años a uno de esos cursos municipales de pintura para pasar el rato y así ocupaba mi tiempo libre. El caso es que fui de esas personas que no solo no dejan de pintar cuando acaba el curso, se ha convertido en mi afición favorita.
Siempre que tengo tiempo me pongo a pintar, lo que suele ser gran parte de los fines de semana. Tengo un cuartito en mi chalet donde tengo siempre tres o cuatro cuadros sin acabar. Voy avanzando en ellos poco a poco, sin prisas, pero sin pausa.
En pintura, ante todo adoro el estilo clásico
Me estilo de pintura podríamos decir que es clásico, paisajes y escenas costumbristas a las que intento sacar el máximo provecho posible. Suelo, no se la razón, pintar escenas de los países del este de Europa, con preferencia de la época comunista.
Quizás es que ese tema siempre me interesó y me gusta plasmar mis impresiones en el cuadro. Suelo basarme en fotos de la época. He realizado cuadros de plazas, calles o paisajes con motivos agrícolas. Un buen amigo me animó hace poco a mostrar algunos de mis cuadros en un Instituto Ruso cerca de donde vivo y la verdad que la exposición fue todo un éxito.
Me parecía mentira que pudiera llegar a tener una exposición de mis obras, pero lo mejor era el agradecimiento de gente que vivió aquella época y que te da la enhorabuena por haber sabido plasmar la realidad de esos tiempos, que no están tan lejanos en el tiempo.
Cuando estoy pintando me encanta beber Guaraná, una bebida brasileña que conocí gracias a una compañera de trabajo. Con eso y una buena bolsa de las patatas del abuelo puedo tirarme horas dándole al pincel. Siempre me gustaron las patatas fritas, pero lo cierto es que no se puede decir que fuera un gourmet, eso sí, en cuanto las probé no he podido dejarlas, causan adicción, pero de la buena.
Además, también me gusta hacer deporte, me relaja y después de la pintura es una de las aficiones que me dan la vida. Mi trabajo es bastante monótono, soy auxiliar administrativo del Estado y eso sí, disfruto de un buen horario que me permite contar con mucho tiempo libre a diario.
Os recomiendo que, si necesitáis algo que os relaje, entréis en el mundo de la pintura, realmente si te gusta es un mundo que no te dará más que satisfacciones. Si además se te da bien y tienes cierto talento, pues mejor que mejor. A mí la verdad es que se me da bien, pero si fuera un negado, creo que seguiría pintando, pues cuando estoy haciéndolo se me olvidan los agobios y el estrés del día a día que, aunque mi trabajo tenga un buen horario, las 8 horas hay que hacerlas.
Así que sea lo que sea, lo verdaderamente importante es que lo paséis bien haciendo ese hobby. Nunca sabe uno cuál va a ser la afición que tiene uno escondida, la mía fue pintar ¿y la tuya?