Bolsas en los ojos

¿Cómo eliminar las bolsas en los ojos?

A menudo, tendemos a confundirlas con las ojeras. Sin embargo, las bolsas que se forman en el párpado inferior de los ojos es un problema de salud con una entidad propia. Te explicamos por qué aparecen y como tratarlas.

Las bolsas en los ojos son abultamientos que se forman en la base de los párpados inferiores, que dejan una imagen demacrada en el rostro y transmiten sensación de cansancio. Algunas de estas bolsas desaparecen con el tiempo, mientras otras se pueden hacer permanentes.

La piel de los párpados es más delgada que la que tenemos en otras partes del cuerpo. Bajo los párpados inferiores, a penas tenemos grasa, a pesar de ello, por esta área discurren una gran cantidad de vasos sanguíneos y linfáticos por los que fluyen una gran cantidad de líquido. Estos párpados requieren un drenaje adecuado.

Con el paso de los años, la piel pierde tersura y flexibilidad. Esto afecta especialmente a zonas tan sensibles como el contorno de los ojos. En concreto, en los párpados inferiores, la piel termina descolgándose, creando una cavidad hacia la que se va desplazando parte de la grasa que tenemos en la parte superior de la cara. Este tipo de bolsas son frecuentes en personas de edad avanzada.

El cansancio acumulado es otra de las causas habituales de bolsas en los ojos. Ya hemos dicho que la cuenca que tenemos bajo el párpado inferior requiere un drenaje habitual. Este drenaje lo efectúa el cuerpo de manera natural con el descanso. Pero si no descansamos el tiempo necesario, el líquido linfático puede terminar estancándose en la zona.

Existen más causas, como el exceso de piel en los párpados o la predisposición genética. Pasamos a profundizar en el asunto para comprender mejor la dinámica de este fenómeno y como abordarlo.

Diferencias entre bolsas y ojeras.

Hemos empezado el artículo diciendo que las bolsas en los ojos y las ojeras son dos problemas distintos. Estas son 4 de las características principales que las diferencian:

  1. Origen del problema. Las bolsas en los ojos aparecen por acumulación de grasa, retención de líquidos o por perdida de firmeza asociada a la edad. Mientras que las ojeras es una hiperpigmentación de los párpados que se debe, normalmente, a problemas de circulación sanguínea en la zona o a que la piel del párpado es tan fina que deja entrever los vasos capilares.
  2. Apariencia. La apariencia es otro de los rasgos que lo diferencia. Mientras las bolsas se ven como una hinchazón del párpado o un abultamiento, las ojeras se manifiestan por un oscurecimiento del contorno de los ojos. El cual se vuelve marrón, azulado o violáceo.
  3. Relación con la edad. Las bolsas en los ojos son más frecuentes en las personas mayores. Esto no quiere decir que no puedan aparecer a edades más tempranas. Están determinadas, en parte, con la pérdida de elasticidad en los párpados. Algo que viene asociado a la disminución en la producción de colágeno y elastina que se suele dar con la edad. Las ojeras, por su parte, pueden aparecer a cualquier edad, incluso en niños y adolescentes. Etapas de la vida, donde la presencia de bolsas en los ojos es prácticamente nula.
  4. Factores desencadenantes. Esta diferencia la veremos más en profundidad en el siguiente punto. Pero mientras las bolsas están causadas por retención de líquido o acumulación de grasa, en las ojeras encontramos factores como la deshidratación o la exposición excesiva al sol, que influyen menos en la aparición de las bolsas en los ojos. Si bien, ambos problemas comparten algunas causas comunes, como la falta de descanso y la fatiga.

Las causas de las bolsas en los ojos.

Si bien, ya hemos apuntado algunas de estas causas a lo largo del artículo, es conveniente detenernos un poco más en ellas. En este sentido, la web de la marca de cosméticos Eucerín señala estas como algunas de las causas más habituales:

  • Acumulación de grasa. Esta es la causa más frecuente de bolsas en los ojos y está relacionada directamente con la edad. La flacidez de la piel, unida a la pérdida de tensión entre los músculos y tejidos que soportan los párpados, hacen que se destensen, creando un espacio vació hacia el que se desplaza, por la fuerza de la gravedad, depósitos de grasa que almacenamos en la parte superior de la cara. Como consecuencia, el rostro de la persona se aprecia más demacrado, percibiéndose con más facilidad la estructura ósea cráneo-facial, mientras se observan abultamientos en la base de los párpados inferiores.
  • Retención de líquidos. Este es un problema que en muchos casos tiene un origen genético. Bien, porque existen antecedentes familiares, o porque por problemas genéticos (de nacimiento) la zona peri-ocular presenta dificultades para drenar el líquido linfático que discurre por esta parte del rostro.
  • Exceso de piel. La acumulación de piel en los párpados es un síntoma de envejecimiento prematuro, que está causado por hábitos perniciosos de estilo de vida como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o el seguimiento de una dieta deficiente, rica en grasas, pero baja en vitaminas y proteínas. Una alimentación que conlleva una reducción acelerada en la producción de colágeno.
  • La fatiga. La ausencia de un descanso suficiente y reparador, unido a otros factores como el estrés, desencadena la liberación de hormonas como el cortisol, que ocasiona una hinchazón en los párpados. Con frecuencia, en estos casos, las bolsas en los ojos suelen venir acompañadas de problemas de pigmentación. Por lo que el afectado suele padecer bolsas y ojeras al mismo tiempo.

La solución quirúrgica es la más efectiva.

Si bien es cierto, que la industria cosmética ha ideado una amplia variedad de productos para reducir las bolsas en los ojos, la doctora Cecilia Rodríguez, que dirige la Clínica de Párpados, una clínica médico-estética de las Palmas de Gran Canaria, especializada en tratar problemas que atañen al contorno de ojos, nos aclara que la blefaroplastia continúa siendo la técnica más efectiva para eliminar las bolsas en los ojos.

La blefaroplastia es una cirugía de párpados, mínimamente invasiva, que consiste en realizar una incisión en la línea de las pestañas, separar la piel del párpado del tejido conjuntivo, y drenar la zona o extraer la grasa que haya quedado acumulada. Terminado el saneamiento, el cirujano estira el párpado inferior y elimina la piel sobrante. Al unir el párpado con los músculos, la piel queda tensa, impidiendo la formación de nuevas bolsas a posteriori.

Es un tratamiento inmediato y personalizado. Con él se puede resolver cualquier tipo de bolsas en los ojos, con independencia de cuál haya sido la causa que las ha propiciado.

Es una cirugía ambulatoria. El paciente no requiere internamiento después de la operación. Se realiza con anestesia local y tiene una duración aproximada de una hora.

Al concluir la blefaroplastia, el paciente puede regresar a su casa sin problemas, si bien debe seguir las indicaciones que le haya dado el cirujano para conseguir una correcta recuperación, sobre todo, durante la primera semana.

Es normal, que en el párpado se formen hematomas provisionales. Ya que para la intervención se ha tenido que abrir y separarlo del músculo. Este problema se puede resolver con la colocación de compresas de frío sobre el ojo y con la aplicación de la pomada que le haya recetado el oftalmólogo.

El paciente podrá volver de inmediato a su vida habitual, si bien se le recomienda que no haga grandes esfuerzos físicos los primeros días, para evitar sangrados internos.

Consejos para prevenirlas.

Hemos visto las causas que provocan las bolsas en los ojos y el tratamiento quirúrgico para resolverlo. Sin embargo, podemos evitar que aparezcan tomando algunas precauciones con el tiempo. Así lo indica el blog de la marca de crema hidratante Nivea.

Nuestro mejor aliado para prevenir las bolsas en los ojos es dormir el tiempo necesario para recuperarnos del trasiego diario. Debemos acostumbrarnos a dormir entre 7 y 8 horas al día, y que ese sueño sea reparador. Sin micro-despertares nocturnos y sin forzar la postura.

La hidratación es otra medida primordial. Debemos beber entre 2,7 y 3.7 litros de agua al día. Lo que viene a ser entre 12 y 15 vasos de agua. Aunque sea líquido, no es conveniente sustituir el agua por bebidas excitantes o por alcohol. El alcohol tiene un efecto deshidratador.

La hidratación directa sobre el contorno de los ojos también nos ayuda a prevenir las bolsas. Aplicarnos una mascarilla hidratante o, simplemente, ponernos unas rodajas de pepino sobre los ojos durante unos minutos, ayuda a mantener los párpados hidratados.

Tener una hidratación adecuada es un bálsamo para prevenir problemas en el contorno de los ojos. Si bien es cierto que con los años el cuerpo produce menos colágenos y menos elastina, la hidratación contrarresta en parte esta deficiencia, ya que una piel hidratada tiende a ser más elástica.

Por otro lado, darnos masajes suaves en los ojos, con una trayectoria circular, ayuda a drenar la zona y activa la circulación sanguínea bajo los párpados, previniendo, en gran medida, bolsas y ojeras.

 

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