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Cómo mantener tus obras de arte a resguardo

Tu creación, tu inspiración, tu sustento de vida, eso que tanto te ha constado crear, puede esfumarse en un momento si los amigos de lo ajeno entran en tu casa. Por eso, yo lo tuve claro desde el primer día, y decidí contratar a Grupo Cayp para que me instalaran un servicio de alarma efectivo para no perder en un momento lo que tanto me ha costado hacer. La verdad es que fue todo un acierto. Y es que, las estadísticas dicen que cada vez se roban más obras de arte, ya que en el mercado negro tienen muy buena salida.

No obstante, no solo dependemos de los ladrones, también de la gente que trasporta nuestras obras, por lo tanto lo mejor es hacer un buen embalaje. Para ello, cuando compramos o vendemos una obra de arte, lo primero que debemos hacer es transportarla sin que sufra daños. No es la primera vez que en una mudanza pasan este tipo de cosas. Hay que tener en cuenta la distancia y el trayecto para cuidar las obras, no duden en invertir unos euros más en esto, pues redundará en beneficios a largo plazo.

Los materiales que más se utilizan para embalar las obras son el cartón, polyfon, nylon, plástico, film y madera para crear estructuras de protección, siendo la madera lo más conveniente en el caso de las distancias más largas, ya que es un material más resistente. Pero si son cuadros, con ellos, hay que tener el doble de cuidado. Mucho cuidado de no meterlos en cajas unos sobre otros, porque se pueden dañar tanto la pintura como los marcos y mucho ojo con los cantos. Para eso lo mejor es utilizar separadores. En caso de que el transporte sea de larga distancia o internacional, contrata un seguro, para cubrir cualquier incidente durante el viaje. Ya que al final, es mejor prevenir que curar.

Si el trayecto es corto y la vamos a transportar nosotros en un vehículo, debemos cogerlo de los lados con ambas manos y evitar tocar la superficie de la pintura.

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Esculturas

Por su parte, las esculturas requieren de un embalaje diferente, ya que es necesario que no tengan movimiento y queden firmes para que no se dañen. Una de las mejores alternativas es la burbuja de plástico. Así, lo mejor es que la obra esté totalmente envuelta, un material especial que hace que la obra no transpire. Y otra gran opción es la de una caja de madera, la más profesional dado su resistencia.  Normalmente son usadas para todas las exposiciones temporales, dado su facilidad de manejo también.  Los clavos de las cajas se sustituyen por tornillos, así no hay probabilidades de que uno de ellos raje la obra. Y si lo que quieres es mantenerla en casa, el cuidado del día a día sería pasarle un pincel suave para quitar el polvillo.

Por cierto, una recomendación, si pese a todo esto, tu obra sufre un daño, lo mejor es que lo llevas a un restaurador profesional, no vaya a pasarte como el famoso Ecce Homo de Borja. ¿Lo recuerdas? Como puedes comprobar, tan importante como hacer una obra de arte es conservarla. Y más aún si con ella vas a conseguir euros. Así pues, espero que tengas mucho cuidado.

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