Si nos planteamos instalarlas, pensamos en las ventanas de PVC de cara al invierno, para protegernos del frío. Estas ventanas también son útiles en verano. Mantienen más fresca tu casa, mientras ahorras en aire acondicionado. Te lo explicamos.
Hay casas que por mucho que nos esforcemos no se enfrían en verano. Son un horno. Tienes el aire acondicionado todo el día puesto en el comedor y enciendes un ventilador por las noches en el dormitorio. La sensación de sofoco no se disipa. Como consecuencia de ello, no duermes bien por las noches y llegas al trabajo reventado.
Has intentado recurrir a remedios caseros. Dejas abierto el balcón y las ventanas del otro extremo de la casa. Piensas que de esa manera se creará una corriente de aire que refresque la vivienda, pero no hay manera. No corre una brizna de brisa. Para colmo, entra más calor.
Situaciones como esta hacen que aborrezcas el verano. Que estés deseando que termine lo antes posible. Tranquilo. La culpa no es de la meteorología. Ni tan siquiera del tan nombrado cambio climático. El problema es que tu casa tiene un mal aislamiento térmico.
Aunque tengas las ventanas y puertas cerradas para que no se escape el fresco, la brisa irradiada por el XSplit del aire acondicionado es expulsada al exterior por las pequeñas grietas o rendijas que hay en las ventanas. Como contrapartida, nos entra el calor de la calle.
Las tradicionales ventanas de aluminio tienen el efecto de concentrar el calor. El marco de estas ventanas se calienta con el sol, actuando como si tuviéramos un radiador dentro de la casa.
Así no hay manera. Tienes la sensación de estar tirando el dinero. Aunque tengas varios aparatos refrigerantes, no logras alcanzar una temperatura agradable. Una de las mejores soluciones para resolver el problema es instalar ventanas de PVC.
¿Por qué las ventanas de PVC conservan el fresco?
El PVC es uno de los mejores materiales aislantes que se utilizan en la construcción. Así nos lo cuentan los instaladores de Crear Sur, una empresa de Granada especializada en sistemas de aislamiento térmico y acústico para viviendas. Nos dicen que las ventanas de P.V.C. garantizan un aislamiento térmico y acústico casi perfecto, reduciendo considerablemente el consumo de energía para aclimatar la vivienda. Saben bien lo que se dicen. En Andalucía, durante el verano, es frecuente superar los 40 grados.
Las razones de este fenómeno hay que encontrarlas en las propiedades del P.V.C. Se trata de un tipo de plástico completamente aislante. No deja pasar el aire, ni la temperatura, ni las ondas sonoras.
Los marcos de las ventanas de P.V.C. crean un muro que separan radicalmente la temperatura del exterior de la del interior. Esto nos resulta provechoso en cualquier época del año. En invierno, porque no deja entrar el frío de la calle y conserva el calor del interior de la vivienda. En verano, porque realiza la acción inversa.
En verano, que es el tema que nos concierne en este artículo, las ventanas de P.V.C. logran mantener por más tiempo fresco del interior de la vivienda, aunque hayamos apagado el aire acondicionado. Esto sucede, porque la ventana no deja salir el aire. Cuando el aire de forma natural se recalienta, por nuestra temperatura corporal, por nuestra respiración, quizás sea el momento de volver a encender el aparato. Pero no necesitas tenerlos en funcionamiento todo el día.
Aunque no es tan efectivo como el PVC, las tradicionales ventanas de madera son eficientes para mantener fresca la casa. Pero hay un problema. La madera se va deteriorando con el uso. Con el tiempo empiezan a aparecer pequeñas grietas en los marcos por donde se sale el aíre. También percibimos, como con los años, estas ventanas ya no cierran tan bien como antes. Se están creando pequeñas fugas de aire.
Esto no sucede con el PVC, que mantiene su estructura molecular durante los 50 años de vida útil que tiene este material.
La eficiencia térmica del PVC aumenta si además instalamos ventanas con doble o triple acristalamiento.
Ventajas de las ventanas de P.V.C.
El periódico El Faro de Vigo subraya que todas las ventanas no son iguales. Las ventanas de P.V.C. que se instalan en la actualidad son fruto de un proceso de investigación continuado que ha mejorado el producto. Estas ventanas no son nuevas, ya se utilizaban en los años 90 del siglo pasado. Sin embargo, en aquel momento eran bastante costosas.
Tras aplicar mejoras en la producción, no solo han bajado su precio, haciéndolas equiparables a las ventanas de aluminio, sino que el producto es mucho más eficiente. Se ha descubierto, por ejemplo, que el aislamiento térmico de estas ventanas aumenta diseñando más cámaras de aire internas en los perfiles. Estas cámaras actúan como barreras.
Pero las ventajas de las ventanas de P.V.C. son más. Te comentamos algunas de ellas.
- Aislamiento acústico. El PVC no deja pasar el sonido. Insonoriza en gran medida las habitaciones y las protege del ruido ambiente que hay en el exterior. Esta ventaja se aprecia especialmente en viviendas u oficinas que se encuentran en una calle con mucho tráfico. Con estas ventanas disfrutaremos de un ambiente más tranquilo y confortable.
- Son duraderas. Ya hemos hablado de esto, pero vale la pena detenernos un poco más. El PVC es un material resistente a la corrosión, al deterioro y a las inclemencias del tiempo. Pueden conservarse en un buen estado de uso con poco mantenimiento.
- Bajo mantenimiento. A diferencia de la madera, el PVC no necesita ser pintado ni barnizado regularmente. Un simple lavado con agua y jabón es suficiente para mantener las ventanas de PVC en perfectas condiciones.
- Resistencia al fuego. El PVC tiene una alta resistencia al fuego, a las altas temperaturas y frena la propagación de incendios. Esto añade un nivel adicional de protección que hace de nuestras casas un lugar más seguro.
- Eficiencia energética. Aunque este aspecto se sobreentiende con todo lo que hemos hablado, es importante destacar la eficiencia energética de este material al ser combinado con el doble o triple acristalamiento. La disminución de costes en calefacción y aire acondicionado son evidentes.
- Cuida el medio ambiente. Esta es una propiedad que puede ser que nos choque, ya que el PVC es un plástico derivado del petróleo. Sin embargo, se trata de un material 100% reciclable. Muchas ventanas de este tipo se fabrican con PVC reciclado. Esto contribuye a la reducción de residuos y disminuye de la contaminación del planeta.
- Un producto rentable. En comparación con otros materiales como la madera o el aluminio, el PVC es, por lo general, más económico. Para apreciarlo, deberemos comparar las prestaciones que nos ofrecen las otras alternativas y su precio.
Un toque de diseño.
Un aspecto del que no hemos hablado aún son las enormes posibilidades estéticas que nos ofrecen estas ventanas. Las ventanas de PVC se fabrican con distintos colores, texturas y acabados. Lo que las han convertido en uno de los elementos preferidos por algunos interioristas.
Es cierto que las ventanas de aluminio, con las que más se compara este producto, se pueden fabricar en diferentes colores. Pero siempre dan esa apariencia metalizada de ese material. Cosa que no sucede con las ventanas de PVC. Donde se pueden encontrar acabados de imitación a madera, con un brillo metálico e, incluso, con una apariencia diferente en el interior que en el exterior.
La revista de decoración El Mueble nos presenta algunas ideas bastante interesantes que se han conseguido jugando con ventanas de P.V.C.
Una de ellas es colocar una gran ventana en el comedor, con vistas al exterior, con apariencia de un cuadro vivo. Si nuestro comedor da a un jardín o presenta unas vistas interesantes, este puede ser un recurso estético bastante atractivo. La clave se halla en que el marco de la ventana nos recuerde el marco de un cuadro.
Unas ventanas de PVC con acabado de imitación a madera de pino, pueden darle un toque de calidez a una cocina blanca monocolor. Ese detalle, que podemos extenderlo a la puerta que da a la terraza de la cocina, nos resulta más agradable a la vista que unas ventanas blancas tradicionales.
Si queremos explotar este recurso en toda la casa, podemos buscar ventanas de PVC que hagan juego con las puertas interiores de la vivienda.
El P.V.C. nos puede brindar una apariencia futurista, industrial y noctámbula. Algo que podemos conseguir, colocando ventanas con un acabado metalizado, en un color azul noche. Agregando un toque de personalidad a la estancia.
Sabemos que la decoración de interiores se basa en gran medida en el juego con una paleta de colores. Utilizando un color de fondo y otro de contraste. En una habitación blanca de estilo minimalista, los detalles rojos o negros destacan sobre el resto. Este es un efecto que podemos potenciar con el color del marco de nuestras ventanas.
Con un poco de imaginación, las ventanas de PVC, además de hacer más fresca tu casa, la pueden volver más agradable, en todos los aspectos.