¿Has probado alguna vez a pintar tu propia casa? No conseguimos el acabado profesional de gente que sabe como los pintores de Pinturas Insa, pero nosotros también podemos intentarlo si nuestro presupuesto es muy pequeño. Ahora parece que está muy de moda el háztelo tú mismo o aquello de reciclar y reparar muebles para recortar gastos, y aunque nosotros os recomendamos siempre tirar de un profesional para conseguir un buen acabado, como probar tampoco os va a generar muchos gastos, vamos a daros unas pequeñas pautas para que intentéis dar un nuevo aire a vuestro hogar y dejar vuestra impronta en casa.
Lo principal que tenéis que hacer es elegir la época en la que vais a pintar. Nosotros os recomendamos hacerlo durante el periodo de vacaciones, ya que muchas veces nos venimos arriba y creemos que vamos a tardar solamente un par de días y no calculamos cosas como que empapelar la casa con cinta de carrocero y mover los muebles casi nos llevan más tiempo que la propia acción de pintar. Asimismo, el tiempo o la climatología son también fundamentales, y lo mejor es hacerlo durante las fechas de primavera, cuando ya comienza a hacer calor para que se seque rápido la pintura pero también cuando todavía podemos abrir las ventanas por la noche para que corra un fresquito que se lleve el olor intenso que suelen dejar los materiales de pintura.
Una vez decidido esto, tenéis que escoger también los colores que vais a querer. Lo más sencillo suele ser acudir a las tan manidas cartas de pintura o incluso crearlos en la tienda. Pero eso sí, dejad a un lado por favor los tintes. Y es que esto tiene una razón muy sencilla: está claro que son más baratos, pero ¿qué pasará si os falta pintura y debéis sacar la misma mezcla? O lo que es peor, si pasa el tiempo y necesitáis hacer algún retoque será muy complicado dar con la misma proporción. Es por esto que lo más cómodo es comprar los botes de pintura de algún catálogo donde los podamos identificar por el nombre o también, hechos a través de máquina. De esta forma, el bote llevará una etiqueta donde vendrá un número con el que en cualquier tienda de pinturas nos ofrecerán la misma tonalidad tiempo después sin ningún problema.
Cuando vayáis a elegir los colores, debéis tener en cuenta también la orientación de las habitaciones de la casa, por donde amanece y se pone el sol, ya que no todas aceptan los mismos colores. Observando estas pequeñas precisiones podremos hacer de nuestra casa un lugar que nos dé una sensación de un espacio más amplio o más luminoso, pero si no lo tenemos en cuenta es posible que obtengamos también el efecto contrario.
Al comprar los colores, no os olvidéis tampoco de haceros también con otro tipo de materiales como cinta de carrocero, suficientes plásticos para tapar los suelos y los muebles, y también las herramientas que no tengáis, como brochas, el palo para alargar, rodillos, cubeta, o incluso una escalera, porque no nos olvidemos de que hay que pintar los techos también.
Lo primero que haremos será tapar todo aquello que sea susceptible de ser manchado, desde nuestro propio pelo (nos pueden caer gotas de pintura al pintar los techos) hasta los rodapiés, los marcos de las puertas, el suelo, los muebles, las cajas de las persianas, los radiadores (sólo en caso de que vayamos a pintar por detrás con una brocha especial en lugar de retirarlos), etc. Si es posible, para pintar más cómodos lo mejor es que vayamos habitación por habitación e intentemos mover los muebles de una para otra. Así taparemos menos, gastaremos menos en plásticos y cinta y también nos ahorraremos algún disgusto, aparte de tener más espacio para movernos tranquilamente por el cuarto y con la escalera.
Tened en cuenta que debéis empezar a pintar por los techos, por el simple hecho de que os pueden gotear por la pared, y es conveniente que no uséis pintura plástica en este tipo de superficie, ya que no respirará la construcción. No obstante, esta es la que os recomendamos, con el color que elijáis, para la pared, ya que os será muy útil para limpiar en caso de que la manchéis en acciones comunes como rozarla con el aspirador, tocando con las manos sucias o incluso apoyándoos en ella si el color de la misma es muy claro.
Y hasta aquí nuestros consejos: ahora, manos a la obra.