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¿Por qué prepararse las oposiciones a secundaria en una academia?

Ser profesor de secundaria es la principal salida profesional para una amplia gama de carreras universitarias. Esto obliga a aprobar unas oposiciones. No te alegres, no, acabada la carrera, no has dejado de estudiar. Aprobar unas oposiciones es más duro que presentarte a los exámenes cuatrimestrales. Asistir a una academia te ayudará a obtener plaza.

Al inscribirte en una academia te preparan para las pruebas concretas que tienes que superar, estás en un ambiente motivador para estudiar y te enteras de primera mano de las convocatorias.

Para carreras como filosofía, filología hispánica, filología catalana, filología clásica, historia del arte, historia y matemáticas, ser profesor de secundaria es la principal salida profesional. Pero si me apuras, también lo es para filología inglesa, Física, Química y Biología.

Desde que terminas la carrera hasta que te presentas a la oposición pueden haber cambiado tus circunstancias personales. Puede que te hayan cogido en una bolsa de trabajo para cubrir sustituciones, que te hayas cogido otro trabajo para tener una fuente de ingresos o que te hayan surgido ciertas responsabilidades personales.

El tiempo y la flexibilidad de horarios son algunos de los principales problemas que tienen los opositores para prepararse los exámenes y asistir a una academia. Alberto, que se prepara oposiciones a profesor de historia, nos comenta que lo resolvió inscribiéndose en Oposiciones de Enseñanza, una academia de Valladolid que presta formación presencial, online y mixta. Precisamente, ajustar tus horarios con los de la academia va a ser uno de tus principales hándicaps.

Puedes prepararte las oposiciones solo, con un preparador personal o con una academia. Te explicamos en este artículo por qué es ventajoso hacerlo con la última opción.

Ventajas de estudiar con una academia.

Dice el periódico La Información que uno de los principales inconvenientes de prepararte las oposiciones por tu cuenta es la soledad del opositor. Algo que puede afectarte negativamente tu motivación. La otra complicación es la de abordar el temario, adaptándolo a los exámenes concretos que deberás aprobar. Un aspecto frecuente entre aquellos estudiantes que se presentan por primera vez a una oposición.

Estas son algunas de las ventajas de prepararte en una academia:

  • Ambiente de estudio.

Aunque sigas las clases de manera telemática, te verás rodeado de compañeros que se han propuesto el mismo objetivo que tú. Sois un grupo de estudiantes enfocados en alcanzar la misma meta. Aprenderéis los unos de los otros y te verás inmerso en un ambiente que te hará encarar la preparación de la oposición de una manera diferente a como lo harías si lo hicieras tú solo.

  • Sistema de preparación.

Las academias preparan las clases siguiendo un sistema testado por sus propios resultados. Llevan un ritmo de estudio y un programa orientado a prepararte en las mejores condiciones para enfrentar los exámenes tal y como se presentan realmente. Durante el tiempo en el que estés en la academia, dispones de un tutor para ir aclarando tus dudas. Cada año, la academia va perfilando el método, incorporando elementos que han funcionado y eliminando o corrigiendo otros que no lo han hecho tanto.

  • Material organizado.

Algunas academias presumen de elaborar sus propios textos. Lo que sí es cierto es que todas ellas trabajan los textos oficiales para que sea más sencillo estudiarlos. Algunos de los preparadores han formado parte, en alguna ocasión, de los tribunales de evaluación, por lo que saben que es lo que se exige a cada opositor. Siempre es más cómodo conseguir el temario de manos de una academia que tener que buscártelo por tu cuenta.

  • Flexibilidad.

Debido a los problemas de disponibilidad del alumnado, gran parte de las academias ofrecen las opciones de formación presencial y formación online. Para la primera es probable que encuentres varios turnos. La segunda te da un mayor margen horario, incluso si la clase se imparte en directo por video, siempre queda grabada para que la sigan aquellos alumnos que no pudieron asistir. Por lo que conozco de las personas que se han preparado oposiciones, lo mejor es seguir una formación mixta. Aunque sigas las clases a distancia, siempre es bueno que de vez en cuando te veas cara a cara con el preparador y con tus compañeros.

  • Información de las convocatorias.

Como se trata de su trabajo, las academias suelen estar al tanto de las convocatorias que se anuncian en cualquier parte de España y de la previsión de las mismas. También te informan de cómo llegar al lugar del examen. Siempre estás guiado, no da la sensación de que vayas perdido.

El caso de los interinos.

Dice el periódico El País que en España hay en torno a 622.000 interinos en todas las administraciones públicas, un 31,7% pertenecen al sector de la educación, en concreto, 197.000. Las comunidades autónomas donde mayor número de interinos hay son Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid.

Cuando se convocan unas oposiciones parece que los interinos tienen ventaja. Todas las oposiciones tienen una parte de concurso de méritos. Entre todos los aspirantes que han superado la prueba de examen, se valoran criterios de formación adicional y de experiencia. De esos criterios, el tiempo que se ha trabajado para las administraciones públicas es el que más peso tiene.

Hay algunas oposiciones que se convocan por el sistema de “consolidación”, el objetivo que tienen es regularizar la situación de los interinos y convertirlos en funcionarios de carrera. En estas oposiciones, la parte del examen no es eliminatoria, y el concurso de méritos tiene más peso. Suele recurrirse a este sistema cuando una comunidad autónoma tiene un porcentaje de interinos muy alto.

Sin embargo, el interino tiene un problema: el tiempo. Estar trabajando como profesor sustituto no le asegura la plaza. Debe aprobar el examen y sacar una buena nota, si quiere convertirse en funcionario. Por tanto, deberá estudiarse el temario completo como cualquier otro opositor. Al estar trabajando a tiempo completo, tiene menos tiempo para estudiar que un aspirante que se dedica por completo a prepararse la oposición.

Después de trabajar dando clases, debe buscarse un hueco para prepararse las pruebas. Un opositor que hace poco tiempo que ha terminado la carrera no debe tener miedo a los interinos. Las oposiciones es uno de los sistemas de selección de personal más justos que existen. Enrasa, en la medida de lo posible, a todos los candidatos, y se priman más los conocimientos para el puesto que la experiencia.

Si estuviera en la educación privada, al profesor sustituto lo harían fijo a dedo. En este caso deberá competir por la plaza con otros candidatos, que no tienen la misma experiencia que él, pero puede que estén mejor preparados.

Aprobar una oposición no es sacar un 5.

El objetivo de presentarse a unas oposiciones es conseguir una plaza de funcionario. No está de más recordar que casi nunca se aprueba una oposición con un 5. Si la Comunidad de Murcia convoca 250 plazas a profesor de filosofía para enseñanza secundaria, aprobarán la oposición las 250 aspirantes que consigan la mejor nota después de valorar la parte de examen y la de concurso.

El aspirante 260, aunque haya conseguido un 7, en sentido riguroso, no habría aprobado la oposición, pues no ha conseguido plaza, que era el objetivo por el que se presentó. El aspirante 251, pueda que tenga alguna opción, pero no depende de él. Se le adjudicaría un puesto en el caso de que hubiera alguna renuncia.

Si en la misma supuesta oposición, las notas fueran muy bajas y solo 150 de los aspirantes hubieran obtenido una nota superior a 5, y los 100 restantes hasta completar las 250 plazas hubieran conseguido una puntuación entre 3,90 y 4,99, solo se cubrirían 150 plazas, quedando 100 plazas libres a proveer en la siguiente convocatoria.

En este caso, las plazas no se cubrirían por completo, puesto que objetivamente no había candidatos suficientemente preparados como para ocupar los puestos.

Esto nos da la idea de que para conseguir una plaza hay que acudir a la oposición lo mejor preparado posible. No puedes conformarte con sacar un 5, hay que luchar por quedar entre los mejores. Por eso debes aprovechar todos los recursos que estén a tu alcance. Si eso implica inscribirte en una academia, bienvenido sea. Hay que verlo como una pequeña inversión por conseguir un puesto de trabajo estable, algo que por desgracia no es habitual en el sector privado.

No debes esperar a pegarte la panzada a estudiar el mes antes del examen. Prepararse una oposición comienza en el momento en el que tomas la decisión de hacerlo. Hablando con varios funcionarios que en su día se presentaron a una oposición, todos coinciden en señalar que un aspecto importante en la preparación es la constancia. Si por tus circunstancias, solo puedes dedicarle 3 horas al día a estudiar, es muy importante que lo hagas todos los días. No debes relajarte porque ese día estés cansado, ni confiarte porque faltan meses hasta el examen.

El tiempo pasa volando, y el que no hayas aprovechado antes no lo puedes recuperar la última semana.

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