Esta década nos está dejando películas que pasarán a la historia, y en mi opinión una de estas películas es Inception (traducida al castellano como origen) Esta película gira entorno a la creación de una idea en el subconsciente de una persona, para lo que los protagonistas deben de surfear en los sueños de una persona para plantar la semilla de la idea.
Si vamos al concepto de idea, vemos que viene del griego, y que se define cómo una representación mental que surge a partir del razonamiento o imaginación de la persona. La idea se considera el acto más básico del entendimiento, al contemplar la mera acción de conocer algo.
El Ser Humano ha demostrado ser extremadamente creativo en muchos campos, de esta manera nos encontramos con el desarrollo de la ciencia a lo largo de los siglos de historia. Pero las ideas también se desarrollan en muchos otros campos, como el arte, y en cualquier caso lo que define el origen de una idea es la creatividad.
Ser creativo es una parte innata de cada persona, pero existe más dificultad entre diferentes personas para ser creativo. Y es que la creatividad engloba varios procesos mentales que no se han conseguido descifrar, pero lo que si que se conoce es que engloba la memora a corto y largo plazo, así como la memoria sensorial.
Cuando la creatividad funciona a pleno rendimiento tenemos que el desarrollo de ideas se sucede con naturalidad. En este proceso, encontrar una idea con potencial de ser llevada a cabo y ulteriormente monetizada es algo que todo el mundo desea y espera en algún momento de la vida.
Pero para proteger las ideas debemos de recurrir al Derecho, y en concreto a la legislación referente a la propiedad intelectual para saber cómo y durante cuanto tiempo podemos proteger una idea. Esto es lo que vamos a ver en el artículo de hoy, ya que la mejor manera de proteger nuestras ideas es mediante una patente.
Qué puedes patentar y cuál es el procedimiento
Es importante que tengas muy claro y bien definido qué vas a patentar y con qué nombre o bajo qué marca lo harás. Asegúrate de que no existe una patente sobre tu idea. Ni que ya la haya registrado otra persona en algún lugar del mundo. Puedes hacerlo en páginas como el localizador de patentes de la Oficina española de patentes y marcas, el localizador de patentes de la oficina europea de patentes o a través de Google Patent, el buscador de paténtes de Google.
Presenta tu solicitud en la OEPM. Esta solicitud deberá ir acompañada de otros documentos como planos, una descripción detallada de tu idea y una reivindicación de la novedad de la misma. Puedes solicitar los servicios de un abogado de patentes o un agente de los derechos de propiedad industrial DPI para que te ayude durante todo el proceso. Junto con la presentación de la solicitud deberás abonar una tasa para que tu solicitud sea considerada.
Si se considera tu solicitud como correcta esta tendrá que pasar por una presentación y examen previos para comprobar que todo está en regla. También dispondrás de 12 meses para poder extender la patente a otros países. Es un punto importante si consideras que tu idea se puede explotar internacionalmente con las estrategias de mercado adecuadas.
Se publicará 18 meses después de la presentación de la patente. Comienza el margen de 6 meses para que decidas si quieres seguir adelante con la solicitud y en cuántos países deseas hacerlo.
Hasta tres examinadores de la OEPM decidirán si tu idea y su solicitud de patente reúnen los requisitos necesarios para obtenerla. Uno de estos examinadores estará en contacto directo contigo o con tu representante legal (un abogado de patentes). Su intervención podría dar lugar a modificaciones en la solicitud, necesarias para la obtención de la patente.
En el caso de que los examinadores hayan decidido concederte la patente y con todas las tasas precisas abonada, su decisión se publicará en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial (BOPI), de la OEPM. Desde esa fecha la patente será efectiva. Para mantener la protección de la patente en España es necesario abonar cada año unas tasas de precio creciente a medida que pasen los años.
Tal y como podemos observar, registrar una patente no es un procedimiento que pueda realizar todo el mundo. Muchos profesionales recurren a despachos profesionales para llevar a cabo este procedimiento. Uno de los despachos referencia en Santander es Trámites Fáciles Santander Abogados & Asesores, que destaca por su atención personalizada y sus diez años de experiencia.