A veces, no es necesario gastarse una gran cantidad de dinero para poder tener una casa decorada de una manera original. Es más, incluso al hacerlo nosotros mismos con nuestras propias manos y nuestros propios diseños podemos darle un toque de personalidad a las estancias que de otra manera sería muy difícil de conseguir y, posiblemente, se pareciese a muchos otros espacios decorados por catálogo.
En este artículo, os vamos a proponer una manera sencilla de crear vuestras propias lámparas fluorescentes. El único límite es vuestra imaginación, por lo que serán tan diferentes como vosotros queráis. Además, por lo espectacular del resultado que obtenemos, se trata también de una manualidad barata, divertida y sin peligro para poder realizar con los niños.
La base de nuestra lámpara es muy fácil de conseguir. El armazón que soportará la manualidad será un bote de cristal. ¿De dónde lo podemos obtener? Pues de cualquier envase que hayamos vaciado. Un tarro de aceitunas, un bote de espárragos… Nos sirve cualquiera, aunque podemos jugar con las diferentes formas y tamaños de estos para poder hacer lámparas diferentes o juegos de ellas colocadas todas juntas formando un grupo uniforme.
Una vez tengamos los tarros vacíos, es requisito indispensable lavarlos bien. Otro aspecto a tener en cuenta en retirar las etiquetas que lleva pegadas el envase y no dejar restos de papel.
Además del envase, necesitaremos hacernos también con la pintura fluorescente en la oscuridad. Para que os resulte más sencillo comprarla, debemos apuntar que este tipo de pintura se conoce también por su nombre en inglés, glowing paint. Podemos encontrarla en cualquier tienda especializada en manualidades, adquirirla también a través de Internet, o incluso en las tiendas de pintura de toda la vida. Por otro lado, debemos hacernos también con un pincel. Como entenderéis más adelante, del grosor de la brocha del pincel dependerá un poco el diseño que hagamos, por lo que es bueno que lo tengáis en cuenta a la hora de adquirirlo o compréis herramientas de varios tamaños. Por último, necesitaremos también agua.
Para proceder a construir nuestra propia lámpara fluorescente, debemos comenzar, como decíamos antes, por lavar bien los tarros de cristal. Una vez hecho esto, es conveniente dejarlos a secar durante mucho tiempo para que no quede ningún rastro de humedad en los mismos.
A continuación, debemos remover bien la pintura que hayamos escogido con el pincel. Es importante no olvidarnos de este paso, ya que las partículas con brillantina tienen que estar dispuestas de manera uniforme en nuestra mezcla. Con el pincel, iremos pintando el interior de los botes de cristal con puntitos. Aquí es donde entra en juego el grosor del pincel. Otra forma también de conseguir un tarro más brillante es aplicando muchos puntitos. Asimismo, nuestra lámpara será también diferente según el color de pintura fluorescente que hayamos escogido. Por último, debemos dejar la pintura.
Para poder disfrutar de nuestra lámpara fluorescente, sólo necesitaremos colocarla a la luz durante el día y así, por la noche, en los lugares oscuros, comenzará a brillar.