Desde que tiene consciencia, el ser humano ha trabajado con sus manos. En la prehistoria ya eran nuestro instrumento para crear arcos, lanzas, cuchillos, cuencos… Es decir, las usábamos para crear, para coger un material cualquiera y, mediante una serie de tratamientos, transformarlo en otra cosa totalmente distinta.
Pero este hecho no se remonta tan solo a la prehistoria. A lo largo de todas las edades de la Tierra, el ser humano ha sido un ser pensante y sintiente, y ha utilizado sus manos para trabajar y hacer todo tipo de cosas: construir máquinas, limpiar, tallar, trabajar las pieles, manipular los alimentos…
Por eso, no es de extrañar que a día de hoy esto haya evolucionado a trabajar con las manos de cierta forma diferente que, a pesar de no ser algo crucial para nuestra supervivencia (como lo era la caza, la agricultura o la creación de armas), nos sirve para trabajar ciertos materiales para transformarlo con nuestras propias manos.
Las manualidades están en su máximo auge
Desde que el COVID-19 asoló a toda la humanidad en el 2020 y nos vimos obligados a encerrarnos en casa durante unos largos meses, nos hemos visto obligados a reinventarnos como fuese humanamente posible.
Pero las manualidades no se expandieron tan solo gracias a la epidemia, en absoluto. SIEMPRE han existido personas que han amado trabajar con sus manos, solo se han reinventado en la forma y en el objetivo.
En la antigüedad, un hombre usaba sus manos para tallar rocas y crear cuchillos con los que poder cazar y alimentar a su familia. Ahora, un hombre utiliza sus manos para coger un trozo de mármol y crear la figura perfecta de un soldado romano.
En la antigüedad, una mujer usaba sus manos para trabajar la cerámica y crear un precioso cuenco de barro con el que poder alimentar a sus hijos. Ahora, una mujer usa sus manos para tallar un trozo de madera y crear la figura de una mariposa.
Las opciones y las posibilidades del trabajo con las manos son tan amplias que, a día de hoy, se han convertido en la forma de vida de cientos de personas en el mundo. Ya sea en su propia tienda física o en una web online, cientos de personas venden sus propias creaciones creadas con las manos y se ganan la vida con ello.
Las manualidades se han convertido en la forma de subsistir de cientos de personas, y por eso creemos conveniente evaluar ciertos materiales necesarios que toda persona necesita para elaborar cualquier trabajo manual.
Beneficios de trabajar con las manos
Las manualidades son necesarias tanto para niños como para adultos, y ahora vas a comprender por qué.
- Beneficios en niños
- Trabajan la motricidad fina, es decir, los movimientos que pueden realizar los dedos: agarre con dedos, trabajar pequeñas piezas con los dedos… todo lo que signifique manipulación con los dedos. Esto es esencial para el desarrollo corporal de los más pequeños, por lo que es ampliamente beneficioso para ellos.
- La creatividad, algo de vital importancia. Esa característica que con los años se pierde y que es tan importante estimular. Gracias a las manualidades, esto es posible.
- Estimula la concentración, porque tiene que centrarse en ese trabajo. Esto es muy beneficioso porque ayuda a potenciar la concentración de los más pequeños.
- Agilidad mental, la capacidad para tomar decisiones y para solucionar problemas de diferente forma y a gran velocidad. Otra parte fundamental en las manualidades.
- Mejora el nivel de estrés y favorece la autoestima. Porque este tipo de trabajaos alivian la ansiedad y, por supuesto, mejoran la confianza y la seguridad en nosotros mismos.
- Beneficios en adultos.
- Además de todo lo anterior, disminuye el riesgo de deterioro cognitivo. Al estar trabajando constantemente la atención, la agilidad mental, la memoria… estos factores tienen menos opciones de deteriorarse y favorece la preservación de nuestra salud en la etapa anciana.
¿Qué materiales necesitaríamos para elaborar manualidades?
- Arcilla, con la que podrás elaborar piezas, vasijas, esculturas… ¡y todo lo que se te ocurra en esa cabecita creativa!
- Pintura, para poder pintar las manualidades.
- Telas, para poder crear manualidades tales como bolsos, personas, sábanas…
- Materiales desechables a los que puedes darle una segunda vida, tales como botones, palos de helados, purpurina, platos de cartón, vasos, cartón de papel higiénico… Aquí es donde entra la creatividad: usa lo que esté a tu alcance y dale una nueva vida como se te ocurra, ¡que trabaje tu hemisferio derecho!
- Cuentas, Goma Eva, cartulinas, plumas… Pásate por cualquier tienda de manualidades y echa un vistazo: las posibilidades son amplísimas.
- Básculas. Muchas manualidades exigen una cantidad exacta de cualquier material y, por ello, vas a tener que poder medirlas y pesarlas. Para ello, las básculas sin imprescindibles para cualquier artista que quiera hacer bien las cosas. En páginas como Balanzas Digitales encontrarás una amplia gama de básculas, NO solo para las manualidades, sino para TODO lo que necesites.
Pero, sobre todo, ¡diviértete!
Porque a veces olvidamos que las manualidades ya no son para sobrevivir en un periodo conflictivo, sino para pasar un buen rato mientras trabajas con tus manos. Haz aquellas manualidades con las que te sientas más a gusto (punto de cruz, barro, coser…) y ten siempre una sonrisa en tu cara.
El objetivo de realizar este tipo de ejercicios nunca debería de ser para la competitividad, sino para mejorar nosotros mismos como creadores y para divertirnos, ¡que es de lo que se trata!