Estoy convencida de que muchos de los que habéis empezado a leer este post lo habéis hecho porque al igual que a mí os gusta la decoración de interior, los muebles originales y con “alma”. ¿O no es así? Asimismo, estoy segura que os gusta hojear revistas especializadas en ello e imaginaros cómo quedarían en vuestras casas esos estupendos muebles de diseño que cuestan un pastón… ¿Verdad?
Pues bien, supongo que como la gran mayoría de la población, lo que se diga tener mucho dinero, ¡no tengo!, ¡ni siquiera un sueldo enorme! Trabajo en un hotel de recepcionista, y me toca luchar día tras día para sacar adelante a mi familia y poder pagar los gastos de mi casa, en la que vivimos solamente mi hija y yo (somos una familia monoparental). Pero eso no significa que no pueda tener muebles bonitos en mi hogar ni que no los pueda cambiar de vez en cuando.
Para ello he encontrado una tienda online llamada Círculo Muebles, en la que el buen gusto unido a un “saber hacer” viejo de más de veinticinco años, les permite ofertar a buen precio muebles contemporáneos y cómodos y con un diseño exclusivo y actual. ¡Son la caña! Aunque no tenga previsto comprar algo, sí que me gusta a veces meterme en su página web o blog para tener acceso a todas las últimas novedades e ideas de decoración que proponen. ¡Son sumamente originales e inspiradoras! Aconsejar a mis amigos en materia de decoración, ¡también es algo que me mola!
Dale un toque personal e intimista a tu interior
Sinceramente, no creo que sea necesario tener que gastarse cantidades exorbitantes de dinero en muebles lujosos para cambiar el interior de una casa. No sé… Pienso que lo fundamental es tener un mínimo de buen gusto y sentido común, así como una pizca de creatividad y originalidad para obtener un resultado bonito y harmonioso. Porque aunque una persona se gaste un pastón en la decoración de su hogar, si ésta lo hace sin la menor idea, mezclándolo todo sin gusto ni ton ni son, ¡pues lo más seguro es que el resultado que obtendrá será horroroso y vacío de sentido! Además, una casa debe reflejar el “yo interior” de la persona que la habita, pues en ella se deben percibir sus gustos, sus vivencias, etcétera. Una casa sin “alma” es en efecto algo sumamente triste y desolador. A mí por ejemplo me encanta mezclar los estilos y épocas, los muebles de forja con los de madera e incluso los de plástico. Me gusta crear ambientes personales e intimistas en el que principalmente yo me sienta bien pero también mis amigos y familiares. Me parece indispensable para sentirme bien en mi casa que ésta sea el reflejo de mis inquietudes y pensamientos, tal y como lo he señalado más arriba.
Una visión lejos de todo estereotipo
Si bien siempre existen tendencias, también es verdad que no por ello todas las casas deben ser idénticas, uniformizadas. Debemos rodearnos de objetos especiales que fomenten nuestro bienestar y en los que –en cierto modo y en la medida de lo posible– nos podamos “reconocer” e “identificar”. También que estos objetos nos traigan recuerdos agradables y personales son detalles importantes. ¿Cómo? Por ejemplo a mí me apasiona la naturaleza y el campo, por ello intento que esa particularidad quede reflejada en mi hogar a través de objetos decorativos de mimbre y cáñamo, de plantas, de muebles hecho de madera bruta y cosas por el estilo. Por otra parte, como le tenía muchísimo afecto a mi abuelo agricultor, pues tener este tipo de objetos hechos con aquellos materiales a mi alrededor, como si de una especie de analogía se tratara, me lo recuerdan con cariño… La verdad es que me siento a gusto y contenta con mi casa. Sin embargo, últimamente me he cansado un poco de mi viejo sofá, el cual no me parece ya corresponder a mi estado actual (se trata de un Chesterfield marrón oscuro de cuero), a saber, de plenitud y total serenidad. Por ello, he decidido encargar y comprar en la tienda online Círculo Muebles, un sofá blanco compuesto de dos módulos y de un puf. ¡Seguro que quedará genial en mi salón-comedor!