shutterstock_1504958996(FILEminimizer)

Redecoraciones post confinamiento

En este blog hemos hablado por activa y por pasiva de reformas de profesionales, de reformas de manitas en casa, de decoración y de trucos de hogar así que podría parecer que no hay mucho más de lo que hablar pero, en realidad, se nos agolpan los temas. Tengo muchísimas cosas de las que hablaros hoy pero me voy a centrar en una, que parece que es de mayor actualidad, las reformas durante y post el confinamiento por el Covid19.

No es de extrañar pensar que si de repente nos hemos visto obligados a pasar 24 horas al día dentro de casa y sin tener demasiadas cosas que hacer, una de las primeras ideas que hayamos tenido haya sido la de hacer todas esas chapuzas para las que nunca tenemos tiempo y que siempre vamos dejando pasar para otro día. Ahora bien, imagino que la mayoría se habrá topado con un problema, la compra de materiales. Y es que todo estaba cerrado durante el confinamiento, cualquier tienda especializada o gran superficie estaba igual de cerrada que el trabajo de todos nosotros (menos los que han podido teletrabajar, por supuesto) y eso significaba que a no ser que tuviéramos en casa las herramientas y los materiales que necesitábamos pues, tal vez, esas pequeñas chapuzas o incluso reformas se habrán quedado a medias.

Lógicamente hay quien ha podido comprar lo que necesitaba por Internet, pues ahora mismo se puede comprar cualquier cosa que necesites a través de la red y esperarla en casa tranquilamente. Pero no es lo mismo comprar un paquete de toallitas de bebé en Amazon porque se nos han acabado que comprar materiales de bricolaje. Y no es que no los haya, que lo hay, es que no estamos acostumbrados a hacerlo.

Por eso hay quien, como mi primo, ha podido acabar su chapuza y quien ha tenido que dejarla a medias para el post confinamiento. Él tuvo suerte, según se mire, porque tenía pintura comprada para pintar su vivienda desde hacía más de tres meses, pero siempre aplazaba la idea de quedarse en casa con el mono de pintor desechable que había comprado y empezar a vaciar muebles para poder separarlos de la pared y comenzar a dar esa mano de pintura. Durante el confinamiento, a partir de la segunda semana, estaba tan extremadamente aburrido, que la idea de utilizar el tiempo para pintar toda la vivienda le parecía fantástica.

Sin embargo, eso no es lo normal, así que muchos de nosotros empezamos a hacer alguna cosilla y la tuvimos que dejar a medias. Yo misma empecé a redecorar mi oficina y no pude terminar. La idea era convertirla en un espacio multiusos porque el ordenador se usa, sí, pero no tanto como para tener la sala en exclusividad para él así que quisimos convertir la habitación en una estancia para relajarnos, leer y ver películas en pantalla grande. Una especie de habitación americana para cine y ocio pero a lo español, es decir, de espacio reducido.

Lo primero que hice fue coger la vieja cama de madera que estaba cogiendo polvo en el trastero desmontada y me la traje a esta habitación. Monté todo, menos el cabecero, y la pegué a la pared. Puse el colchón correspondiente y en lugar de hacer la cama con sus sábanas y su cubierta, lo que hice fue “vestirla” como si fuera un sofá y ahí llegó el primer problema: necesitaba goma espuma para hacer el respaldo. Al final quedó a medio hacer, pero después lo pude acabar sin problemas y se me ha quedado un espacio de descanso perfecto, de hecho parece un sofá en toda regla.

Después trasladé la televisión grande del salón, de 49 pulgadas, a la habitación y la colgué de la pared justo delante del sofá-cama. Ahora, además de eso, tenemos una barra de sonido con dos altavoces envolventes muy chula pero eso lo añadimos también después del confinamiento, cuando pudimos salir a comprarlo.

El ordenador, con su mesa de trabajo y su silla, ha quedado relegado a  una esquina, pero es más que suficiente para utilizarlo cómodamente. Entre el sofá y la televisión, como es lo típico, puse una mesa blanca, de esas de Ikea que compré hace mil años y que luego cambié en el salón porque la tenía todo el mundo. En lugar de tirarla la guardé en el trastero y ahora es perfecta para esta habitación. Y por último, justo debajo de la ventana, un reformado a mano, repleto de juegos de mesa.

El baúl era uno de esos antiguos que estaba bastante hecho polvo en casa de mi madre y que me dijo que iba a tirar porque lo único que hacía era ocupar espacio. Yo me lo traje a casa, lo lijé, le di una capa de imprimación, lo pinte de blanco con pintura a la tira, lijé de nuevo las esquinas para darle un estilo retro vintage y por último lo barnicé. Dicen que queda mejor con una capa de cera como protección pero también dicen que dura muy poco esa protección así que yo compré un barniz mate, transparente, y eso es lo que usé. Quedó perfecto.

El caso es que yo pensé que había sido muy original, creando un espacio de cine y ocio para pasar los días junto a mi familia, y luego me di cuenta de que no había sido tan original. Por lo visto, una gran parte de la población decidió utilizar esas habitaciones que siempre se tienen cerradas porque se usan más para guardar cosas que para otra cosa para crear estos espacios. Quienes han tenido más presupuesto, directamente lo han hecho en dos habitaciones, haciendo así una especie de espacio de cine en el salón, y otro espacio para juegos de mesa y ocio en una habitación adyacente. No es mi caso.

Exterior o interior

Además, también son muchas las familias que tras salir del confinamiento han optado por llamar a diseñadores profesionales para crear espacios de ocio para toda la familia, y eso espacios no siempre son en el interior de la vivienda.

Los suertudos que viven en chalets con jardín, casas de campo o simplemente en pisos muy amplios con terrazas grandes, han utilizado esos espacios exteriores para crear nuevas zonas de ocio. Ana Silvan, diseñadora de interiores con servicio experto de diseño de jardines en Lleida, nos ha confesado que la han estado llamando muchísimo más estos pasados meses para redecorar estancias de exterior que para diseño de interiores.

Según Silván, sus clientes buscan adaptar sus pequeños, o grandes, espacios exteriores al uso de una vida doméstica. De ese modo amplían los metros de uso de su vivienda al tiempo que ofrecen a la familia un espacio donde relajarse y pasarlo bien si tienen que volver a pasar tanto tiempo en casa.

Y es que, haya o no haya un nuevo confinamiento, nuestra sociedad le ha visto las orejas al lobo y quienes pueden, porque son muchos los que no tienen esa capacidad (ya sea pos espacio o por economía), desean disponer de un especie de retiro donde la familia esté cómoda si tienen que volver a pasar tanto tiempo en casa por culpa del Covid19.

Sergio Nisticò, experto en diseño de interiores, asegura que su caso ha sido bastante similar pues en estos meses que han pasado desde el fin del confinamiento, ha reformado hasta 5 viviendas para dotar a la familia de nuevos espacios de entretenimiento, tanto en el interior como en el exterior de la casa. En este segundo caso, Sergio destaca la instalación de chimeneas de gas o eléctricas en espacios abiertos para poder garantizar su uso en los meses más fríos del invierno.

¿Estamos todos preparándonos para un posible nuevo confinamiento obligatorio, o voluntario? Desde luego las cifras no indican nada bueno de cada a finales de septiembre u octubre así que no sería de extrañar que acabásemos pasando todo el tiempo que nos fuese posible en nuestros domicilios, con el fin de evitar posibles contagios.

Además, son muchos los que temen la llegada de la gripe pues hay quien vaticina una hecatombe de virus, entre la gripe estacional y el Covid19, así que tal vez le demos más uso a nuestra nueva habitación de cine-ocio del que teníamos pensado.

En nuestro caso, el gasto no fue muy grande. Compramos gomaespuma para el sofá, tela para hacerle una funda bonita tanto a la base de la cama como a nuestro nuevo respaldo de gomaespuma, una nueva televisión para el salón (ya que la que había allí la pusimos en la nueva sala de cine), los altavoces envolventes, y materiales como pintura, lijas y poco más. Sin embargo, según las estadísticas, hay ciertos productos que se han vendido como la espuma estos últimos dos meses y que normalmente no tenían tanto porcentaje de venta, lo que hace pensar que el movimiento de la sociedad, o la tendencia, está fundamentada en esta situación. Estos productos han sido: televisores, smartbox, consolas, climatizaciones y sofás. Curiosa combinación ¿no creéis?

Compartir esta publicacion